viernes, 26 de junio de 2015

Sin dueño

No somos dueños de nuestro corazón
nos fabricaron sin ningún control sobre el.
Prueba a ordenarle parar a tu corazón y lo descubrirás,
nunca responde.

El decide por si mismo, toma sus decisiones
correctas o equivocadas y el resto del cuerpo asume sus consecuencias sin rechistar.

Por esa razón, aquel viejo corazón empezó a andar
ante el asombro de todos
a sus 37,9 años de edad.

No hay comentarios:

Publicar un comentario