sábado, 11 de junio de 2011

Noches del Lago Azul II

No vuelvas a hacerme buscar entre tus cosas, por favor.
No me hagas volver a entrar a esa habitación donde todo sigue como hace dos años.
Y sentado entre las ruinas de aquella vida de construíamos juntos, buscaba el "noseque" aquel que me pediste. Y lo encontré.


Encontré también nuestros tickets del metro de Paris,
encontré un recuerdo de tu media sonrisa, pero ese me la quede.
Una foto nuestra, de antes del naufragio al embarcarnos en el lago azul y romperlo todo.
Libros, discos, trozos de otra vida que creía lejos y que resulta estaba justo en la habitación de al lado.
Durante horas me arranque la piel a tiras entre aquellas cajas, y cuando acabe,
allí estaba.


En el final de una caja.

Era aquel trozo de corazón que me faltaba para poder cerrarlo,
el que mantenía siempre la herida abierta como si faltase una pieza en un puzle y hacia que sangrara todas las noches,
el que me convirtió en el terrorista emocional que soy ahora.

Lo coloque en su sitio y ahora solo queda esperar.
Anoche ya no sangró.

Años estuve buscando noche tras noche la cura para aquel agujero hueco, probé a taparlos con gasas y no funciono, me practique torniquetes sentimentales a las 6 de la mañana y tampoco, incluso llegue a cosérmelo con alambre de espino allí donde nadie quiere entrar.
Y al final?
Al final resulta que como todas tus cosas, el trozo que me faltaba estaba justo en la habitación de la lado.

Y ahora por ahora sigue sin sangrar... hazme un último favor. No vuelvas a hacerme buscar entre tus cosas.













1 comentario:

  1. Dicen que hay una cosa k es como un hilo que arregla y cose lo descosio...pero hay que dejarse, yo aún no lo probé pero tiene buena pinta... :)

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